Impacto del cambio climático en la salud hospitalaria: retos y cómo prepararse
- Ana Mengual
- 19 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 may
El cambio climático no solo afecta el planeta, también tiene un impacto directo y creciente en la salud pública y en la operación de los hospitales. Fenómenos como olas de calor, inundaciones o cambios en la distribución de enfermedades están haciendo que los centros de salud enfrenten nuevos desafíos que requieren adaptación y preparación.

¿Cómo afecta el cambio climático a los hospitales?
Más casos de enfermedades relacionadas con el calor: durante olas de calor, aumentan las consultas por deshidratación, golpes de calor y problemas cardiovasculares.
Enfermedades transmitidas por insectos: el calentamiento global facilita que mosquitos y otros vectores se expandan a nuevas zonas, aumentando enfermedades como dengue o zika.
Eventos extremos que dañan infraestructuras: inundaciones y tormentas pueden afectar la infraestructura hospitalaria, dificultando la atención.
Aumento de enfermedades respiratorias: la contaminación del aire empeora problemas como el asma o la bronquitis, aumentando las hospitalizaciones.
Presión sobre recursos y suministros: los cambios climáticos afectan las cadenas de suministro, generando riesgos de desabastecimiento.
¿Qué pueden hacer los hospitales para adaptarse?
Preparar planes de emergencia específicos para eventos climáticos, asegurando que el hospital pueda seguir operando aun en situaciones críticas.
Monitorear constantemente la aparición de enfermedades relacionadas con el clima para anticipar y responder rápido.
Capacitar al personal en el manejo de estas nuevas enfermedades y en protocolos para emergencias climáticas.
Gestionar recursos de forma sostenible para evitar escasez y reducir el impacto ambiental del hospital.
Colaborar con autoridades y comunidad para crear estrategias conjuntas que mejoren la resiliencia local.
Conclusión
El cambio climático es un reto ineludible para la salud hospitalaria. Prepararse de forma integral y con base científica no solo garantiza la continuidad del servicio, sino que también protege a los pacientes y al personal frente a nuevas amenazas. Los hospitales que se anticipen a estos cambios estarán mejor posicionados para enfrentar el futuro.



Comentarios